Organizan Foro Económico de las Américas

El Foro Económico Internacional se evidenció además que existen claramente sectores en los que la apuesta de inversión es innegociable y que puede potenciarse.

La “institucionalidad” como factor preponderante para impulsar una región más productiva, integrada e inclusiva.

El Foro Económico Internacional de las Américas organizado por la Cámara Nacional de Comercio (CNC-Bolivia) con el apoyo de CDEI Business School, la Cámara de Industria y Comercio de Mercosur y América, Global Trade Chamber de Miami y la Embajada de México en Bolivia, y desarrollado del 12 al 14 de octubre, analizó la situación de la economía del continente, los efectos de la pandemia del COVID-19 y las perspectivas de cara al 2022 tomando en cuenta todos los esfuerzos que realizan los países para consolidar la reactivación económica.

“Latinoamérica se unió una vez más en estrechos lazos de hermandad para analizar la situación de la economía y las perspectivas de cara al 2022 en momentos sumamente complejos en los que todos los esfuerzos se destinan a la reactivación tras los efectos negativos provocados por la pandemia de COVID-19 que golpeó la economía a nivel mundial”, afirmó el presidente de la CNC-Bolivia, Rolando Kempff.

El empresario señaló que el encuentro puso en evidencia los efectos devastadores de la pandemia sobre la economía de los países.

En esa línea, Kempff precisó que en 2020 los países de América Latina y el Caribe recibieron una inversión extranjera directa de $us 105.480 millones, con una fuerte caída de más de $us 56.000 millones respecto al año 2019.

“El descenso de inversión en 2020 que fue provocado por la pandemia ha sido el más abrupto que se registró en la última década y requiere un profundo proceso de transformación en los países para modernizar las economías y generar nuevas oportunidades de empleo e inclusión en medio de la nueva Revolución industrial Comercial 4.0”, manifestó el representante.

En tanto, el presidente del gremio empresarial también mencionó que otro de los datos más relevantes presentados en el foro fue que el crecimiento económico promedio en América Latina y el Caribe llegó a 5,2% en lo que va de este año debido al coronavirus y se proyecta que el indicador sume el 2,9% para 2022.

Ante este panorama, el empresario afirmó que es necesario ejecutar políticas públicas que transformen las dificultades en oportunidades para impulsar la sostenibilidad.

En ese marco, Kempff indicó que el foro —que congregó a destacados expositores y representantes del sector público y privado de 25 países a nivel mundial— se evidenció además que existen claramente sectores en los que la apuesta de inversión es innegociable y que puede potenciarse a partir de la concreción de alianzas público-privadas.

“…El principal desafío para los países de América Latina, es desarrollar y consolidar  una “institucionalidad” a todo nivel del Estado, apoyado en sistemas de integración que funcionen como catalizadores de políticas públicas comunes para impulsar una región más productiva, integrada e inclusiva…”, manifestó Kempff.

Asimismo, resaltó que una de las ponencias indicó que se espera que los flujos de inversión sirvan para impulsar el potencial crecimiento de los países receptores debido a que tienen la capacidad de mejorar y crear empleo; diversificar las exportaciones y transformar la estructura productiva; en función de ello varios gobiernos aplicaron políticas para atraer esos recursos con la generación de programas de promoción de inversiones y un amplio menú de incentivos.

Por otra parte, el empresario mencionó que el evento expuso con claridad las oportunidades para la región en la transición hacia energías renovables; la electromovilidad en las ciudades; la revolución digital; el comercio electrónico; la manufactura de salud; la bioeconomía; la economía circular; la logística inteligente o el turismo sostenible.

“El desafío es complejo debido a las características y la magnitud de la crisis, pero sin duda todos los esfuerzos deben destinarse a generar mayor productividad, formalidad e innovación tecnológica a la que se agrega una política pública, con mayor claridad y dinamismo que vaya al ritmo de las empresas”, aseguró Kempff.

En ese sentido, el representante aseveró que solo los países con instituciones transparentes, competentes, técnicas e independientes del poder político podrán competir en una economía globalizada que requiere respuestas rápidas y resilientes.

En esa línea, indicó además que la institucionalidad de los servicios empresariales en los países genera confianza, facilita los lazos de integración y desburocratiza los procesos para facilitar la inversión en los diferentes sectores de la economía, por ello es fundamental el trabajo con los gremios empresariales que facilitan estos puentes de diálogo permanente entre los gobiernos y el sector privado.

“Bolivia como la bisagra de dos mercados gigantes el Mercosur y la Comunidad Andina si logra además incluirse en la nueva ruta de la seda tiene potenciales enormes de crecimiento y atracción de inversiones, así como redefinirse en un contexto global por lo que se insta a los actores públicos y privados a definir el rol económico que el país deberá desempeñar en el mundo global”, finalizó el empresario.