Reconocimiento de la Fundación Carlos III en Sucre

El arzobispo emérito de Sucre, monseñor Jesús Juárez Párraga, y el cónsul honorario de España en Sucre, Luis Rodríguez Calvo, fueron distinguidos el viernes pasado como “Miembro de Honor” y “Miembro de Mérito”, respectivamente, del Foro Iberoamericano de la Fundación Carlos III.

La distinción fue entregada por la secretaria general de dicho Foro, Vanessa Pereira Durán, con la presencia del arzobispo de Sucre, monseñor Ricardo Centellas, y otros invitados en el Solio Arzobispal en Sucre.

Este reconocimiento se concretó a propuesta del presidente de la Fundación Carlos III, Carlos Escudero de Burón, y de la propia Vanessa Pereira.

Juárez, nacido en España y radicado en Bolivia hace 58 años, fue el primer obispo de la diócesis de El Alto, además de Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Boliviana y Arzobispo de Sucre.

“Conceder el nombramiento de Miembro de Honor de la Fundación Carlos III al excelentísimo y reverendísimo monseñor Jesús Juárez en reconocimiento a su extraordinaria labor como sacerdote español, salesiano y Arzobispo”, dice la distinción leída por la jefa de protocolo.

El Foro Iberoamericano también distinguió a Rodríguez como Miembro de Mérito, “en reconocimiento a su extraordinaria labor como Cónsul General Honorario de España en Sucre y a su trayectoria como Gerente de los bancos Nacional y Unión, Gerente y Propietario del Hotel Parador Santa María la Real y Vicepresidente de la Federación de Empresarios Privados de Chuquisaca”.

AGRADECIMIENTO

A nombre de los galardonados, el Arzobispo emérito agradeció este nombramiento y dijo que entre Bolivia y España existen muchos lazos de amistad, históricos, culturales, lingüísticos y de fe.

“Este nombramiento es un reconocimiento a mi labor pastoral y, sobre todo, mi presencia tantos años en Bolivia, que he intentado hacerlo con un gran espíritu español”, afirmó.

El prelado destacó la apertura y la reciprocidad que hay entre ambos países para recibir a sus ciudadanos, a un lado y otro del océano Atlántico.

“El sueño sería que todo boliviano se sienta en España un español y todo español se sienta en Bolivia como un verdadero boliviano. Tenemos las mismas raíces en la lengua, la historia y la fe”, aseveró.